El “rey de los deportes” siempre me ha apasionado. En este libro no pretendo escribir algo nuevo sobre su historia, sólo quiero compartir algunas reflexiones. Gracias a que existe tanto un acerbo bibliográfico como un electrónico, he consultado datos y estadísticas que me permiten llegar a mis propias conclusiones y a saber que:
Equipo de padres y cachirules.
Equipo de jóvenes pupilos.
1995. Lorenzo Peón y Alfredo Harp reciben un trofeo por haber derrotado a los jóvenes pupilos en un juego amistoso.
LOS YANQUIS, EQUIPO TRIUNFADOR
Escribir sobre las Ligas Mayores es evocar lo que en miles de libros se ha escrito sobre la historia del beisbol y que cambia día a día. En ocasiones los récords que se implantan parecen insuperables y se pueden referir a ligas, a equipos o a los managers y, desde luego, los más interesantes son los récords individuales, ya sean de bateo, pitcheo o fildeo.
Me permitiré describir mis preferencias. Soy un seguidor de los Yanquis de Nueva York, por lo que disfruto que hayan sido campeones veintiséis veces en series mundiales hasta la temporada 2002. Considerados todos los deportes, el equipo de los Yanquis de Nueva York es uno de los más famosos del mundo. Entre los peloteros que han vestido su franela se encuentran:
Babe Ruth.
Lou Gehrig.
Joe Dimaggio.
Yogi Berra.
Mickey Mantle.
Ed Whitey Ford.
Bobby Richardson.
OTRA ETAPA DE YANQUIS Y DEL BEISBOL
En el beisbol profesional, a partir de la década de los sesenta, es muy difícil encontrar jugadores que pertenezcan a un solo equipo en toda su carrera, lo que dificulta a sus fanáticos poder identificarlos. Yanquis no ha sido la excepción y sólo por mencionar algunos, cabe destacar a Reggie Jackson, que jugó para los Bombarderos el Bronx sólo cinco temporadas de veintiuna en que participó durante su carrera en Grandes Ligas, donde conectó 563 cuadrangulares y dejó el récord negativo de 2,597 ponches recibidos. Fue nombrado Mr. Octubre, por ser el jugador más valioso en dos Series Mundiales, donde logró ser el líder de slugging con un promedio de .755.
Reggie Jackson.
Roger Clemens es uno de los Pitcher del Yanquis que vistió previamente la franela de otros equipos, sobre todo de los Medias Rojas de Boston. En el año 2003 se convirtió en apenas el tercer lanzador en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar 300 juegos ganados (310) y propinar más de 4,000 ponches (4,099). 17 En su carrera logró lanzar 2 juegos con 20 ponches cada uno, ambos en fundado en la franela de Boston, el 29 de abril de 1986 y el 18 de septiembre de 1996, algo que hasta el momento nadie ha podido emular. Estoy seguro que el llamado Roquet continuará incrementando su récord en el futuro si decide diferir su retiro.
Roger Clemen.
Mi comentario sobre el Yanquis actual es que Roger Clemens, Mike Mussina, Jason Giambi, procedentes de otros equipos y mis ídolos actuales, siempre Yanquis: Alfonso Soriano, Derek Jeter, Bernnie Williams, Andi Pettitte, Mariano Rivera, Jorge Posada, Nick Johnson, Hideki Matsui y el jonronero mexicano Karim García, constituyen un equipo de gran experiencia y potencial para que Yanquis siga obteniendo muchos campeonatos y series mundiales en los próximos años.
HONOR AL FILDEO
Willie Mays.
Roberto Clemente.
Joe Morgan.
Ozzie Smith.
Hasta la fecha han llegado al Salón de la Fama de Cooperstown, Nueva York poco menos de 256 elementos. En este libro me hubiera gustado referirme a sus récords y hazañas en “el rey de los deportes”, pero como no se trata exclusivamente de beisbol, se ha hecho una selección de ellos, todos son ídolos y grandes estrellas admiradas por mi.
RÉCORDS QUE PARECEN DIFÍCILES DE SUPERAR
Pitcheo
Nolan Ryan.
Sandy Koufax.
Bateo
Ty Cobb.
Pete Rose.
Hank Aaron.
Ted Williams.
Cal Ripken.
OTROS RÉCORDS DE BATEO, EN TEMPORADA REGULAR, QUE LUCEN DIFÍCILES DE ROMPER
BARRY BONDS, JUGADOR FUERA DE SERIE
Después de hacer una comparación, que resulta muy difícil entre las grandes estrellas del “rey de los deportes”, en mi opinión Barry Bonds es el beisbolista más completo de la historia. Ha sido nombrado cinco veces el jugador más valioso (1990, 92, 93,2001-2002) y fue considerado el jugador de la década de los años noventa, por la revista The Sporting News. Parece increíble que en las temporadas que van del año 2001 al 2003, entre los treinta y siete y los treinta y nueve años de edad, Bonds haya superado su actuación e implantado récords de temporada.
Barry Bonds.
Bonds conectó jonrón en todos los parques de la Liga Nacional en el 2001. Es la temporada que acaba de concluir fue líder de bases por bolas con 148, de bases por bolas intencionales con 61, de slunning.749, también ganó el liderato de embasarse con porcentaje de .529, además tuvo el mejor porcentaje de fildeo de su carrera con .992 habiendo cometido sólo 2 errores en 1,044 entradas jugadas. Barry, en los próximos años, podría superar récords individuales de por vida: en jonrones, carreras anotadas, bases por bolas y extravases. Seguirá aumentando su récord de 484 bases por bolas recibidas intencionalmente, superando las 293 del rey del jonrón Hank Aaron. Otro récord de Bonds que se ve difícil de alcanzar es el de ser el único cañonero con más de 500 jonrones y 500 bases robadas.18
La sangre se hereda. Bobby Bonds, padre de Barry, jugó catorce años en la Ligas Mayores y juntos poseen récords en casi todos los departamentos de bateo y fildeo, mismos que seguirán acumulándose. Cabe destacar el récord que consiste en batear diez veces un mínimo de 30 jonrones y robar al menos 30 bases: 5 Bobby y 5 Barry; también han sido merecedores de once guantes de oro entre los dos: Barry en ocho ocasiones y Bobby en tres.
ROMPER RÉCORDS EN EL FUTURO
Entre los jugadores activos que, a mi juicio, podrían romper récords en temporada regular y postemporada, se encuentran los siguientes:
Pitchers: Erick Gagne, Randy Johnson, Greg Maddux, Pedro Martínez, Robb Nen, Andy Pettitte, Mariano Rivera, Curt Schilling, John Smoltz y Barry Zito.
Otros jugadores: Barry Bonds, Jeff Bagwell, Craig Biggio, Carlos Delgado, Nomar García Parra, Juan González, Ken Griffey Jr., Vladimir Guerrero, Todd Helton, Derek Jeter, Mike Piazza, Albert Pujols, Manny Ramírez, Alex Rodríguez, Iván Rodríguez, Gary Scheffield, Alfonso Soriano, Sammy Sosa y Miguel Tejeda.
MEXICANOS EN GRANDES LIGAS
En 1954 logró obtener el campeonato de bateo de la Liga Americana con un porcentaje de .341 y, entre sus números de por vida, destaca que el gran segunda base veracruzano impulsó 465 carreras y anotó en 725 ocasiones.
Fernando Valenzuela.
Ese mismo año logró el nombramiento de “novato del año” y ganó el trofeo Cy Young como el mejor pitcher de la Liga Nacional. En su carrera, Fernando ganó 173 juegos; 113 completos, 31 blanqueadas y su porcentaje de carreras limpias admitidas quedó en 3.54. Espero que en los próximos años, Fernando se convierta en el primer jugador mexicano en llegar al Salón de la Fama en Coopertown, Nueva York.
Alfredo y Santiago Harp con Vinicio Castillo.
Santiago con dos grandes del beisbol: el cubano-mexicano Tribilín Cabrera y el gran segunda, base el mexicano Beto Ávila.
Abril de 1997. Alfredo Harp Helú en el estadio de los Mets de Nueva York con tres ex Diablos Rojos: Francisco Córdoba, Elmer Dessens y Esteban Loaiza.
Santiago Harp con Miguel Ojeda, uno de los mejores receptores mexicanos de todos los tiempos, pasó en 2003 directamente de los Diablos Rojos del México a las Grandes Ligas con el Padres de San Diego.
Antonio López Sáenz, El beisbolista de la calle, 2000.
PELOTEROS DE LAS LIGAS NEGRAS. HÉROES LEGENDARIOS
Satchel Paige, Joshua Josh Gibson, Walter Buck Leonard, Montford Monte Irvin, James Thomas Cool Papa Bell, Oscar Charleston, John Henry Lloyd, Martín Dihigo, Raymond Mamerto Dandridge y Judy Johnson, son diez peloteros que jugaron la mejor parte de sus carreras en las Ligas Negras y, por justicia, los comités de Ligas Negras y el de Veteranos eligieron a estos personajes para unirse a los mejores peloteros que han pisado las Ligas Mayores en el Salón de la Fama de Cooperstown, Nueva York. La ausencia de estadísticas confiables ha creado historias y leyendas maravillosas sobre estos deportistas superdotados.
Entre 1937 y 1953, siete de estos peloteros nos deleitaron con la calidad de su beisbol en la Liga Mexicana.
Martín Dihigo.
También se afirma que en las distintas ligas en los que jugó, logró con 300 blanqueadas. 20
Satchel fue el jugador más carismático y popular de las Ligas Negras. Cuando tenía cincuenta y nueve años de edad y jugaba con los Atléticos, en aquel entonces de Kansas City, lanzó 3 entradas sin permitir carrera. Satchel fue un jugador que pasó la mayor parte de su carrera en las Ligas Negras. En 1971 se le confirió el honor de ser el primer miembro proveniente de estas ligas, en entrar en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Satchel Paige.
En mi opinión Josh es el mejor catcher de todos los tiempos. Es el pelotero que más he analizado y, por esa razón al que más me hubiera justado ver jugar. Se conocen cientos de anécdotas de este deportista legendario, de quien se dice que tuvo temporadas de 75, 84 o más jonrones. Su porcentaje de bateo en juegos de exhibición, contra pitcheo de Grandes Ligas, fue de .412. Pocos corredores se atrevieron a robarle las bases pues poseía el brazo más potente y preciso que se le recuerde. Se le acreditan 962 jonrones a lo largo de su carrera que duró diecisiete temporadas. Por su gran poder al bat, fue llamado el Babe Ruth de color. Su porcentaje de bateo de por vida fue de .391 y es el único bateador en la historia que, en el estadio de los Yanquis de Nueva York, logró sacar la pelota del parque con un tremendo jonrón.
En enero de 1947, desafortunadamente murió Josh a la edad de treinta y cinco años. Se piensa que hubiera disputado con Jackie Robinson el hecho de ser el primer jugador de color a entrar a las Grandes Ligas, quien lo hizo en el mismo año en 1947.
Joshua Gibson, "El beisbolista que hubiera querido verlo jugar."
Estos diez peloteros mencionados, según los expertos y conocedores del “rey de los deportes”, han disputado el calificativo del mejor o uno de los mejores en la historia del beisbol. Gracias a la barrera que se rompió en 1947 al superar el irracional racismo, ahora podemos gozar de la participación, en todos los deportes, de los mejores atletas del mundo.
LOS DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO
En febrero de 1993, Pepe Marrón, Edgar Nehme y yo asistimos al la Serie del Caribe en Mazatlán, Sinaloa. Nuestro vecino de asiento era Pepe el Grandote Peña, gran pitcher y la Liga Mexicana de beisbol que yo admiraba en los años sesenta cuando lanzaba para los Tigres. Recuerdo haberlo visto lanzar n juego completo, y si era necesario, se trepaba a la loma el mismo día en caso de jugar doble juego o bien relevar el día siguiente si su equipo lo necesitaba. Pepe Peña supo de mi afición por los Diablos Rojos y me informó que en esos días se incorporaría a colaborar como “buscador” con la organización presidida por Roberto Mansu. En marzo del mismo año, Peña me invitó al inicio de la Liga Mexicana de beisbol y me presentó a Roberto Mansu.
1999. Festejando campeonato. José Marrón, Alfredo Harp y Roberto Mansur.
Como dato curioso, en aquella ocasión Roberto me invitó a la ceremonia de inauguración y me presentó a Carlos Peralta, presidente del Tigres a quien correspondía ser anfitrión del festejo y, en ese momento, Carlos me invitó a lanzar la primera bola colocándome una gorra de su equipo, así fue, lancé con la gorra felina a partir de esa fecha, me identifiqué con Mansur quien, además de ser uno de los mayores conocedores del beisbol que se juega en cualquier parte del mundo, posee gran calidad humana y se convirtió en un buen amigo.
Los dos coincidimos: Roberto manifestó con gran apertura su deseo de capitalizar al equipo Diablos Rojos del México y yo, por mi parte estaba deseoso por convertirme en su socio, pensaba que en 1994 cumpliría cincuenta años de edad, y uno de mis propósitos sería dedicarme en forma importante al beisbol. Hacia fines de 1993, llegamos a un acuerdo que se sometió a la consideración de la Liga Mexicana de beisbol y, a partir de 1994, logré mi sueño: ingresé como socio de mi equipo favorito de siempre.
A este nuevo giro en mi vida, que me ha ofrecido momentos tan satisfactorios, me acompañaron como socios: Roberto Hernández, Pepe Aguilera y Pepe Marrón –desde entonces el vicepresidente del equipo-junto con Esteban Malpica, mis hijos Alfredo y Charbel, Edgar Nehme y Lorenzo Peón, estos dos últimos involucrados activamente en el equipo durante los primeros años.
Mi amor por este gran equipo se puso de manifiesto en el libro que coordiné titulado Pasión por los Diablos Rojos del México 21 del cual tomo esta cita íntegramente:
Mi afición por Diablos Rojos del México empezó cuando era pequeño. En los años cuarenta me atraían ya los comentarios que escuchaba sobre el Club Rojos del México que había llegado a la Liga mexicana en 1940 y, desde sus inicios, tenía más seguidores que ningún otro equipo de beisbol en la República mexicana. Escuchaba maravillas sobre Theolic Smith que lo mismo era uno de los mejores pitchersque un gran bateador y, a menudo, cuando no lanzaba, lo utilizaban como jardinero. También hablaban del norteamericano Burnis Bill Wright, jardinero y tremendo bateador de jonrones y extravases, que por su gran velocidad para correr las almohadillas hizo historia durante varios años con el equipo.
Me llamaba la atención el apodo del Mamerto Dandridge, parador en corto que también dejó números extraordinarios en la Liga Mexicana. Desde luego uno de los grandes ídolos fue el gran jonronero cubano Roberto Ortiz. También mencionaban a Alfonso la Tuza Ramírez pitcher mexicano, quien había logrado 39 ceros seguidos en el año 1949, cuando ganó 17 y su porcentaje de carreras limpias, se ubicó en 2.35 de efectividad.
En los años cincuenta, conocí el Parque Delta después asistí con frecuencia al Parque de Seguro Social; eran también los primeros años de transmisión a control remoto por televisión de los juegos de los Diablos Rojos del México y fue entonces cuando elegí con criterio propio quiénes serían mis ídolos: primeramente, Marvin la Coqueta Williams y el dominicano Diómedes Guayubín Olivo.
2002. Es festejo con mis hijos: Alfredo, Santiago, Charbe y Sissi Harp, del décimo tercer campeonato de los Diablos Rojos.
Llegó el primer campeonato en 1956. Recuerdo que todos los días escuchaba en la radio las transmisiones de los paridos de acuerdo con la narraciones, me imaginaba cómo era cada pelotero: alto, correoso, moreno, rápido, poderoso, con buen brazo…y lo ratificaba cuando iba al parque de pelota. Desde entonces guardo también gratos recuerdos de los locutores: Eduardo Lalo Orbañanos, Pedro el Mago Septién, Enrique Llanes-también mi favorito en la lucha libre, “ídolo de las multitudes”-Óscar Rápido Esquivel, Jorge Sonny Alarcón, Rafael Pérez Nájera Kid alto y el los últimos años, mi amigo Antonio Toño de Valdés.
Regresando al año de 1956, recuerdo que destacaron en el equipo jugadores como Alonso Perry, campeón de la triple corona de bateo, Felipe el Burro Hernández y Fernando Bicho Pedroso. La gran llave de dobleplays fue Ernesto Natas García y Héctor Chero Mayer, un gran utility en Alfonso GallinaPeña y los cinco pitchers que confirmaron la teoría de que ellos son la base para triunfar en el beisbol fueron: Francisco Panchillo Ramírez –en ese año campeón de porcentaje de 20 ganados a 3 perdidos, 2.25 en carreras limpias y 148 ponchados- Guayubín Olivo, Rafael Zurdo Rivas, Vicente López y Guillermo Memo López. El equipo estaba dirigido por el manager cubano Lázaro Salazar que, desafortunadamente para el beisbol, falleció en 1957.
Mi afición por los Diablos Rojos continuó cuando el equipo tuvo contrataciones afortunadas como la de Al Pinkson, posteriormente las de Miguel Fernández, Leo Rodríguez, veto Palafox y pitchers que hicieron historia como Ramón Arano y Alfredo el Zurdo Ortiz –de-recho y zurdo, respectivamente- máximos ganadores de la Liga Mexicana. De los grandes peloteros provenientes de otros equipos, que también pisaron la franela de los Diablos Rojos, cabe destacar a Felipe Montemayor, Moi Camacho y Alfredo Ríos.
En los años sesenta el equipo tuvo también excelentes peloteros como Ramón Diablo Montoya, Francisco el Paquín Estrada, Felipe Leal y Aurelio López.
En la década de los años sesenta, el equipo de los Diablos Rojos del México continuó siendo triunfador gracias al desarrollo de peloteros mexicanos como Enrique Romo, hermano de Vicente Romo –que jugó principalmente con los Tigres-, ambos eran considerados como la mejor dupla de hermanos pitchers en nuestro beisbol; Miguelito Suárez, poderoso primer bat que regaba hits por todo el parque, Abelardo Vega, Ernesto Escárrega, Ramón Hernández y, además, el equipo se complementó en aquella época con extranjeros de la talla de Pat Bourque. En 1974 se llevó a cabo la contratación del mejor manager mexicano en la historia de nuestro beisbol: Benjamín Cananea Reyes, que obtuvo cinco campeonatos para los Diablos Rojos (1974, 1976, 1985, 1987 y 1988), y sin duda, como dice Roberto Mansur, si hubiéramos tenido a Cananea –reconociendo que tanto el Diablo Montoya, Marco Antonio Vázquez y Tim Johnson cumplieron etapas de gran calidad como managers- en los años noventa, el equipo seguramente habría ganado más campeonatos.
En los años ochenta, ya con seis campeonatos obtenidos, don Chara Mansur y Roberto Mansur adquirieron el equipo. Así, a partir de 1981, cuando Roberto fungió presidente, comenzó la etapa más exitosa que pudiera tener un equipo profesional en cualquier deporte. Desde entonces hasta el año 2002, el México ha calificado en postemporada en veintiuna de veintidós ocasiones y ha obtenido siete campeonatos. En él se han desarrollado destacados peloteros mexicanos, como Nelson Barrera y Daniel Fernández quienes poseen récords de temporada regular y postemporada, difíciles de alcanzar en el futuro.
En la actualidad se identifican con la franela roja ídolos como el mencionado Daniel Fernández, el parador en corto José Luis el Borrego Sandoval, el tercera base Ray Martínez, Cornelio García –que tiene el mejor porcentaje de bateo de los jugadores activos en la Liga Mexicana- el catcher Miguel Ojeda y el jardinero con potente brazo Víctor el Flamingo Bojórquez y de los pitchers que han hecho historia en los últimos años destacan Roberto Metralleta Ramírez, Tavo Álvarez y Alfredo García.
En ocasiones pienso en otros jugadores, integrantes de equipos contrarios que me hubiera gustado que usaran nuestra franela, y sólo por mencionar algunos me quedaría con Ángel Castro, que sólo vistió parcialmente el uniforme rojo en 1952 y 1953. Fue un jonronero zurdo con gran estampa de pelotero. Por su puesto, también hubiera sido deseable contar con Héctor Espino, el superman, para mi gusto, el jugador más completo que ha nacido en México. Recuerdo que diariamente buscaba en los periódicos qué había hecho mi gran ídolo, qué récord podría romper en el día, temporada, o de por vida, como el de 408 bases por bolas intencionales –casi triplica al siguiente- y el de 164 pelotazos recibidos. Varios récords de Héctor tanto en la Liga Mexicana como en la Liga del Pacífico resultan impresionantes para los que amamos el beisbol. Otro de lo peloteros que me hubiera gustado tener en nuestro equipo es Matías Carrillo, mexicano con enormes facultades que inicialmente fue firmado por Diablos pero su destino fue jugar primordialmente con Tigres y, tanto en temporada regular como en postemporada, prendió la gran rivalidad deportiva con sus poderosos batazos. Como jugadores importados me hubiese gustado ver enfundados en la franela del México, al gran Joshua Gibson que alcanzó a jugar dos temporadas con el Veracruz y que por su paso por las Ligas Negras fue comparado con Babe Ruth; y desde luego, el mejor extranjero añorado en cualquier equipo profesional de beisbol fue el gran pitchery fabuloso bateador cubano Martín Dihigo, que en 1941 pasó efímeramente por las filas de los Diablos y fue enviado al equipo de Torreón. Martín el Maestro es miembro tanto del salón de la fama de varios países como del de su natal Cuba, México, de otros del Caribe y, desde luego de Estados Unidos. Seguramente, Dihigo es uno de los grandes beisbolistas de todos los tiempos y pertenece al histórico momento en el que existieron brazos de acero que podían lanzar juegos completos sin necesidad de descanso durante varios días, además, se daban el lujo de batear porcentajes arriba de los 300, estando dispuestos a jugar diariamente.
Los Diablos Rojos del México han formado peloteros que ascendieron a las Grandes Ligas. En el pasado destacaron tres extraordinarios pitchers: Enrique Romo, Aurelio López y Salomé Barojas. En los últimos años han surgido peloteros brillantes que ahora juegan en el mejor beisbol de las Ligas Mayores como Francisco Córdoba, Elmer Dessens, Ricardo Rincón, esteban Loaiza, Dennis Reyes, Gerónimo Gil y muchos otros que esperamos pronto alcancen esta meta. 22
MI EQUIPO IDEAL DE LOS DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO
Podría escribir sobre mis queridos Diablos Rojos cientos de páginas, sin embargo en este libro externaré mi opinión sobre quiénes integrarían el equipo ideal de todos los tiempos.
Roberto Mansur y Santiago Harp.
Alfredo Harp Helú con Abelardo Vega.
Benjamín Cananea Reyes, el mejor manager mexicano.
Daniel Fernández, un gran líder de Diablos Rojos.
Alonso Perry, uno de mis primeros ídolos.
Alfredo y Santiago Harp con Ty Gainey.
Roberto Ortiz, tremendo jonronero.
Ty Gainey.
Ramón Diablo Montoya.
Nelson Barrera.
Roberto Metralleta Ramírez.
José Luis Sandoval.
Armando Sánchez
Pitchers:
En el cuerpo de pitcheo, quiero mencionar a lanzadores importantes en la historia del equipo escarlata: Luis Fernando Méndez con 127 triunfos y Theolic Smith con 121. El apellido Ramírez ha estado presente en el pitcheo de los Diablos: Francisco Panchito Ramírez, campeón de la triple corona de pitcheo en 1956. Alfonso Tuza Ramírez con 72 triunfos y 15 blanqueadas y Roberto Metralleta Ramírez que ha lanzado por Diablos Rojos 2 juegos sin hit ni carrera y al terminar la temporada de 2002 se convirtió en el pitcher con mejor porcentaje de ganados sobre perdidos en la Liga Mexicana con .722.
Ramón Arano.
Alfredo, el Zurdo Ortiz.
Salomé Barojas.
GRANDES JUGADORES MEXICANOS EN LA LIGA MEXICANA DE BEISBOL
Herminio Domínguez: lanzó 2 juegos sin hit ni carrera y consiguió un juego perfecto.
Santiago hace entrega de las llaves de un coche a Daniel Fernández por haber implantado el récord de carreras anotadas en la Liga Mexicana en el año 2001.
Santiago hace entrega de las llaves de un coche a Nelson Barrera por el récord de jonrones en la Liga Mexicana en el año 2001.
Los récords se implantan para que con el tiempo sean alcanzados o superados. Así ha ocurrido con algunos de los récords que poseía Héctor Espino, y es precisamente esto lo que hace interesante al beisbol y por si gran cantidad de estadísticas, sin duda, es el “rey de los deportes”.
LOS GUERREROS DE OAXACA
En 1995, cuando tomé la decisión de considerar a Oaxaca como el estado que tenía prioridad en mis proyectos culturales y filantrópicos, me di cuenta de que faltaba un aspecto, el deportivo. En octubre de ese año, Pedro Tetro, Roberto Mansur, Pepe Marrón, Edgar Nehme, Carlos Helú G., y yo nos encontrábamos en la Serie Mundial. En esas largas pláticas beisboleras que disfrutamos entre juego y juego, lo mismo en Atlanta que en Cleveland, supimos que los Charros de Jalisco estaban en venta; decidí que sería un hitazo comprar esta franquicia y trasladarla a la Verde Antequera. Edgar se comprometió a realizar los trámites y constituimos un fideicomiso que compró la mayoría de las acciones del equipo, el cual cambió de nombre y sede para comenzar la temporada de 1996 de la Liga Mexicana de beisbol.
Con mi madre, Suhad Helú de Harp. Mi mejor manager.
Mi gran manager de la vida, mi mamá, siempre ha insistido en que lleve diversión deportiva a la gente, principalmente a los jóvenes y, una vez más, le hice caso. Desde 1996, los Guerreros de Oaxaca llevan ocho temporadas de ser un equipo brillante y competitivo, ya obtuvo un campeonato inolvidable en 1998. En ese año se incorporaron como socios del equipo,
Vicente Pérez Avellá quien funge como presidente y Luis Marchi quien se desempeña como presidente del consejo, ellos han sido mancuerna importantísima para el éxito de os Guerreros.
Recuerdo que en el campeonato de 1998, el equipo calificó en el séptimo sitio, por lo que le tocó enfrentarse al segundo lugar que correspondía a mis queridos Diablos Rojos. Afortunadamente yo estaba de viaje y evité padecer el sentimiento encontrado que me generaba que me generaba esta batalla.
1998. Alfredo Harp con Nelson Barrera, festejando el campeonato de los Guerreros de Oaxaca.
Reconozco que pensé que Diablos ganaría con facilidad, y como para que la cuña apriete tiene que ser el mismo palo, el Almirante Nelson Barrera estaba viviendo su primer año como manager jugador y puso su corazón por delante: Estaba lastimado y había sido operado de la vesícula en un descanso entre series, además se convirtió en el jugador más valioso de la postemporada. Otros ex Diablos Rojos como Homar Rojas, Roberto Méndez, Ramón Esquer, Fabián López y los pitchers Alejandro Carrasco y Leobardo Moreno contribuyeron a lograr el campeonato junto con Héctor el Venado Álvarez, Rafael Castañeda y los pitchers Darío Pérez, Mariano Cota y Sixto Báez.
No había nada escrito y, la regla para ser campeón comienza con el primer play-off, Oaxaca venció a Diablos Rojos 4 juegos a 2. Después Guerreros se enfrentó al equipo mejor clasificado en la temporada, los Sultanes de Monterrey y aun cuando salieron de casa con una diferencia en contra de 2 ganados por 3 perdidos, Nelson y sus Guerreros hicieron la hombrada al visitar la Sultana del Norte para vencer en dos ocasiones al equipo de casa y ganar el segundo play-off por 4 juegos a 3.
El espíritu siempre ganador del Almirante motivó al equipo y los llevó al campeonato en la serie final que le ganaron a Monclova por 4 juegos a 0. Es festejo en la ciudad de Oaxaca fue fabuloso, duró cinco días; organizaron desfiles, una misa en el estadio la gente quería estar cerca de sus ídolos, había una euforia general y, al percibir tanta alegría, me comprometí a que mientras pueda, el beisbol de la Liga Mexicana permanecerá en Oaxaca.
Guerreros de Oaxaca dese sus inicios ha promovido el beisbol entre niños y jóvenes creando el grupo de Guerreritos, donde cada año reciben clínicas más de doscientos participantes de entre cinco y quince años de edad.
Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca inaugurarán el año 2004 en San Bartolo Coyotepec, una academia de beisbol a sólo cinco minutos del aeropuerto internacional de la ciudad de Oaxaca. Se pretende capacitar y complementar la enseñanza de la academia que dirige la Liga Mexicana de beisbol en El Carmen, Nuevo León, a jugadores con talento que pertenezcan a las dos organizaciones.
DECIMOCUARTO CAMPEONATO DE LOS DIABLOS ROJOS DEL MÉXICO, BICAMPEONES POR TERCERA OCASIÓN
Había puesto punto final a este capítulo del libro; según yo, había terminado la redacción, pero mis Diablos Rojos del México me han dado nuevamente gran temporada, este año de 2003 volvieron a ser campeones de la Liga Mexicana de beisbol. Es muy difícil obtener un campeonato, hay equipos que pasan años y años sin poder llegar a la final y después ganar.
Ser bicampeones reduce todavía más la posibilidad del triunfo, pero aún así, los Diablos obtuvieron el trofeo. El año pasado publicamos Pasión por los Diablos Rojos de México, un libro ilustrado de los trece campeonatos del equipo, ahora, he decidido que el decimocuarto podría tener un lugar en esta publicación.
La temporada del año 2003 representó mi décima como accionista y directivo de los Diablos Rojos de México y la octava temporada con Guerreros de Oaxaca. Me estoy acostumbrando a las presiones y dificultades que representa competir por el máximo gallardete. Para llegar a una final hay que ganar dos series previas de play-offs. Mis estadísticas en estas diez temporadas son diez finales, nueve con cuatro campeonatos (1994-1999-2202-2003) con el equipo escarlata y una final donde se obtuvo el campeonato el equipo Guerreros de Oaxaca (1998). Es decir, diez de diez finales, parece que mis socios y yo estamos implantando otro récord en la Liga Mexicana.
En familia, Alfredo Harp disfruta la conquista del campeonato catorce del México, acompañado a su derecha por Daniel Fernández.
Roberto Kelly. Además, en el quinto de la serie, uno de los ídolos de la afición y que pertenece a mi selección de la novena ideal de todos los tiempos, José Luis Borrego Sandoval, pegó un hit con la casa llena en la decimotercera entrada remolcando la carrera del triunfo por 7 carreras a 6 y de esta manera, mis queridos Diablos Rojos conquistaron el bicampeonato de la Liga Mexicana y gallardete decimocuarto de su historia, con 4 victorias por sólo una derrota.
Los juegos de play-off llevaron a nuestro equipo a reflexionar seriamente sobre las estrategias que debíamos utilizar en la serie del campeonato, considerando que el porcentaje de carreras limpias admitidas por nuestros lanzadores fue muy alto: 6.03. Félix José, campeón bateador de la liga en esta temporada, sufrió una lesión y sólo jugó regularmente en los últimos dos juegos como bateador designado en la serie de campeonato de la Zona Norte contra Sultanes de Monterrey. También hay que tomar en cuenta que Octavio Álvarez, uno de nuestros pitchers abridores que se crece en postemporada, y Ray Martínez, nuestro tercera base, fueron asignados a la selección mexicana que compitió en los Juegos Panamericanos celebrados en Santo Domingo, República Dominicana, donde obtuvo medalla de bronce.
Alfredo Harp y el emblema del México, Daniel Fernández, levantan con enorme satisfacción el trofeo de campeones.
Honor al fildeo en estos juegos. La base de peloteros mexicanos del México y del Tigres nos deleitó constantemente con jugadas dignas de Grandes Ligas. En este sentido, el triunfador fue el beisbol mexicano y los dos equipos demostraron ser los mejores y ésta es la razón por la que se han enfrentado en seis de las últimas siete series de campeonato, y han obtenido tres gallardetes cada escuadra.
2003. Alfredo Harp, Roberto Mansur y José Marrón, la combinación de directivos más exitosos del beisbol mexicano.
Diablos Rojos del México ganó el campeonato 2003 por lo siguiente:
Alfredo García. El zacatecano en el 2003 formó parte importante del campeonato décimo cuarto de los Diablos Rojos.
Claudio Moreno, lanzó en gran forma en el quinto de la serie del campeonato.
Bronswell Patrick, El general brilló intensamente en el 2003 y se sacó la espina que tenía clavada desde la temporada 2001. Logró su objetivo: ser campeón con el México.
Manuel Bernal, El profesor, pasó varias etapas durante el 2003, primero como abridor y luego como relevista.
David Sinohui, gran relevista que se integró al club ya avanzada la temporada.
Sherman Obando, gran refuerzo del México.
En el cuarto juego, nadie que sepa de beisbol se puede imaginar que en la decimoprimera entrada, con dos outs y hombres en tercera y primera base, el manager, sabiendo que nuestro cuarto bat, Félix José, había dejado el juego por corredor emergente, mandó la orden de enfrentarse a Roberto Kelly, el tercer bat que deslumbró al estadio con su potente cuadrangular para dejar tendidos en el terreno a los felinos.
Osvaldo Fernández tremendo lanzador cubano.
Octavio Álvarez. Este año además de ser campeón con el México ganó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos.
Félix José, campeón de bateo en el 2003.
Saúl Soto, demostró grandes cualidades defensivas y ofensivas.
Víctor Bojórquez, Saúl Soto y Rogelio Cobos. Nuevamente el Flamingo Víctor Bojórquez derrochó talento y con su potente brazo sacó en home dos outs importantísimos; primero haciendo mancuerna con Súl Soto, pusieron fuera de combate a Luis Mauricio Suárez y posteriormente la dupla Bojórquez y Rogelio Cobos sacaron a Jorge Váquez.
José Luis Sandoval, el Borrego se vistió de héroe al conectar el batazo con el cual el México conquistó en entradas extras el campeonato catorce de su historia.
El panameño Roberto Kelly fue el héroe en el cuarto juego de la serie final al conectar home run de tres carreras para poner al equipo a un triunfo del campeonato y en quinto juego anotó la carrera que marcó la diferencia
Cobos en su única presentación en la serie que había entrado por corredor emergente. Cabe recordar que Cobos fue el héroe en el campeonato de 1994 que, con su oportuno doblete para producir las carreras, dio la ventaja definitiva contra Sultanes de Monterrey.
El brazo de Bojórquez fue tan temido para el quinto juego que retiró en la segunda colchoneta a Serafín Rodríguez en un intento de alargar un hit sencillo a doblete. También, el la cuarta entrada, el mismo veloz Serafín, después de haber conectado triple con un solo out, no pudo anotar desde tercera con elevado al jardín derecho ya que el manager Sigma y el corredor estaban presos de pánico por el brazo del gran Flamingo.
Ray Martínez. De nueva cuenta fue la bujía de México en postemporada.
Óscar Robles, extraordinario segunda base, le dio al equipo el pase final de la zona Norte y en la final bateó arriba de .400 para cumplir estupendamente la labor de primer bat.
La base de los excelentes peloteros mexicanos de los Diablos Rojos, complementados con los cinco refuerzos extranjeros, bajo la dirección del manager Bernardo Tatis, integraron un trabuco que permitió ganar el bicampeonato 2002 y 2003.
2003. Alfredo Harp Helú en la Academia de Beisbol en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca.
Esta temporada fue gratificante porque mi esposa, mi madre, mis hermanas y mis cuatro hijos estuvieron muy pendientes de los resultados, vibraron conmigo, nos emocionamos juntos, sufrimos, nos pusimos nerviosos y compartí con ellos los abrazos emotivos por obtener nuevamente el gallardete en la Liga Mexicana.
Sin duda, soy un hombre afortunado.
José Luis Sandoval, un Diablo Rojo de corazón que alzó la bandera del México con el orgullo de ser campeón de la Liga Mexicana de beisbol 2003.
16 El jugador que le sigue es Ted Williams con .634.
17 Los otros dos lanzadores son Nolan Ryan con 324 victorias y 5,714 ponches, y Steve Carlton con 329 victorias 4,136 ponches.
19 Cy Young participó en 906 juegos y un relevista en la época actual, a penas rebasa los 1000 juegos.
20 Walter Johnson logró 110 blanqueadas en su carrera.
21 Tomás Morales. Pasión por los Diablos Rojos del México. México, 2003.
22 Agrego también a Miguel Ojeda, que esta temporada de 2003 pasó directamente de los Diablos Rojos del México a los Padres de San Diego en la Liga Nacional.