Ganar y Perder Porcentaje de .750

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GRANDES TEMPORADAS

Existen muchas formas de narrar la historia de una vida profesional, en lo personal, opté por hacer el recuento de algunas operaciones que han sido significativas en mi carreta.

Mencionaré ciertas experiencias de éxitos y otras de fracasos en el apasionante mundo bursátil, sector en el que tuve oportunidad de ser un protagonista durante los últimos treinta y ocho años, hasta este año de 2003 y, como lo importante en el beisbol es obtener el triunfo, veo que mi resultado es de más juegos ganados que perdidos y que mi equipo ha sido campeón por muchas temporadas. 

1987. Alfredo Harp Helú en Acciones y Valores de México.

Los hechos que menciono en este libro no revelan secreto bursátil alguno; por el contrario, se refieren a empresas cotizadas en bolsa y, por su carácter público, la información relacionada con ellas se puede encontrar en la Bolsa Mexicana de Valores. Cada vez se perfeccionan las obligaciones y los procedimientos para que las empresas cotizadas informen oportunamente con mayor transparencia, en forma tal que todos los participantes puedan tomar sus decisiones de inversión.

En algunas ocasiones, las cantidades se muestran en dólares americanos, ya que es la mejor forma de entender las cifras comparables, tomando en cuenta que en los años que van de 1976 a 2003, el valor de un dólar varió de 12.50 a 11,000.00 viejos pesos, es decir, de .0125 centavos a 11 pesos, o mil pesos de antes que son un peso en la actualidad.

Los mercados expresan el sentir de los participantes con sus decisiones de compra o venta, o sea, la oferta y la demanda, y también consideran situaciones macroeconómicas y políticas. Como vivimos en una economía global, nuestro país se contagia de los sucesos de los mercados internacionales, ya sean desarrollados o emergentes. El análisis bursátil de cada empresa considera el sector al cual pertenece y, desde luego, su historia y proyecciones tanto financieras como bursátiles. Lo anterior resulta sencillo de entender y podría representar la oferta y demanda que determinan los precios a los que se beben cotizar las emisoras diariamente. Sin embargo, existen momentos, muchas veces prolongados, en que las decisiones de los participantes convierten a los mercados en irracionales. Ante estas situaciones de gran inestabilidad fue cuando nuestro equipo de Accival jugó y ganó muchos partidos y siempre invitó a compartir los triunfos a un gran número de participantes: nuestros clientes. En cada juego se respetaron todas las reglas y se actuó con transparencia, lo que permitió que cada día se sumaran más inversionistas que compartían nuestro espíritu ganador, ya que nuestro lema ha sido: “la mejor inversión está en México”.

En los primeros años de Accival, desde 1971 hasta 1980, logramos obtener grandes campeonatos. Mencionaré algunos.

Título que ampara cien acciones de Fundidora de Monterrey, S.A.

Título que ampara veinte obligaciones hipotecarias de Teléfono de México, S.A.


REGAR HITS POR EL CENTRO HISTÓRICO

Todos los días, incluyendo los sábados hasta 1973, Roberto Hernández y yo solicitábamos órdenes de compra o venta de valores a las siguientes instituciones: Bancomer, Banamex, Nafinsa, Banco de Londres y México, Banco del Atlántico, Banco Mexicano y algunas otras órdenes que obteníamos por vía telefónica. Por nuestra eficiencia y buen servicio nos convertimos en la casa de bolsa con mayor operatividad en el piso de remates de la Bolsa de Valores de México (ahora Bolsa Mexicana de Valores, S.A. de C.V.), después de Banamex, que siempre ocupa el primer lugar.

1973. Comida de Fin de Año de Acciones y Valores.

Nuestros grandes batazos llegaban siempre gracias a la independencia mental y económica de Accival, que permitió que bancos, financieras, compañías de seguros y fondos de inversión confiaran en nuestra casa de bolsa. De esta manera, armamos estrategias que culminaron en la mejor recomendación para cada institución, aun cuando éramos competidores. Nuestro principal cliente fue Bancomer ya que, no obstante su gran participación en el mercado de valores, no contaba con operadores directos en el piso de remates de la bolsa.


BATEO OPORTUNO

Las acciones de Nafin “B” y de Teléfonos de México pagaban en efectivo un dividendo anual de 9 y 12 pesos por acción respectivamente. Accival fue de las pocas casas de bolsa que en esa época promovió la inversión en estas emisoras por parte de sociedades anónimas y así aprovechar la ventaja fiscal que consistía en que los ingresos por dividendos no eran acumulables a su ingreso global gravable y obtenían un rendimiento muy superior a otros instrumentos de renta fija.13  Estas operaciones, gracias al bateo oportuno de nuestras recomendaciones, representaron en los primeros años de operación de Accival cerca del 50 por ciento de nuestros ingresos.


RÉCORD DE MÁS HITS CONECTADOS POR EQUIPO 

En 1972, el gobierno federal decidió convertir a Teléfonos de México en empres de participación estatal mayoritaria, por lo que adquirió paquetes de acciones que poseían accionistas del sector privado, encabezados por el Grupo Trouyet-Senderos a un precio aproximado de 9 dólares por acción. Por esta razón, las acciones de Telmex lograron superar en bolsa su valor nominal de 100 pesos cada una.

Roberto Hernández, con su magnífico olfato, estimó que el gobierno no alcanzaría el 51 por ciento del capital de la empresa y, con su habilidad característica, consiguió la orden de compra de acciones más importantes del año, que consistió en adquirir lotes de acciones de Telmex a precios promedio de 110 pesos cada una. El grupo de jugadores de Accival actuó jugando diversas posiciones; repartió hits por el campo para que nadie se fuera en blanco; compró acciones. Como no existía el Instituto  para depósito de Valores, Indeval, teníamos que liquidarlas en la bolsa, en Uruguay núm. 68 y transportarlas a nuestra casa de bolsa, en Isabel la Católica núm. 38, 7º piso, donde las endosábamos con dos firmas mancomunadas, ya fueran de Roberto Hernández, Luis Duhart, José Marrón, Teodoro Verea o la mía. Una vez endosadas, llevábamos las acciones a Isabel la Católica núm. 51 a Nafinsa, que era el agente financiero que liquidaba las compras por parte del gobierno federal, donde una vez revisados los endosos y contados los títulos, nos entregaban el cheque correspondiente. Los bancos cerraban a las 13:00 horas y logramos extender con algunos de ellos el horario para que nos recibieran el depósito en firme cerca de las 14:30 horas y, de esa manera, podíamos cubrir nuestros cheques expedidos. Ahora más que nunca, se ven las bondades de la creación del Indeval y la eliminación de los títulos físicos.

Esta operación tan importante en los inicios de Accival implicó que muchos días tuviéramos que endosar más de mil títulos, porque estos representaban principalmente bajas denominaciones (1, 2, 3, 5, 10, 15 y 20 acciones).

De nuestra oficina a Nafinsa llevábamos los títulos en una carretilla de carga, o sea, en un diablito. Un día, en la esquina de Isabel la Católica y Venustiano Carranza, el cargamento de acciones se cayó en la banqueta y en la calle donde todavía pasaban los tranvías; palidecimos, la gente muy amable, nos ayudó a levantar el tiradero, sin imaginarse lo que esos papeles revueltos significaban.

Después de varios meses de compras de las acciones que necesitaban el gobierno, Telmex convocó a una asamblea extraordinaria de accionistas, donde se aprobó la emisión de la serie “AA” de acciones que representaban el 51 por ciento del capital social de la empresa y solamente podían se ser adquiridas por el gobierno federal de México. La nueva administración de Telmex continuó con la política equivocada de financiarse con ventas de acciones a los nuevos usuarios de líneas telefónicas, lo que provocó que el exceso de oferta desordenada de acciones diluyera a los accionistas y llevara el precio por acción de 9 dólares en 1972 a solamente 4 centavos de dólar a principios de 1987.


CARRERAS PRODUCIDAS: ASARCO

En 1974, compramos en firme un paquete de 300,000 acciones de Asarco Mexicana, S.A. , ahora Grupo México, S.A. de C.V. Cuando íbamos a colocar las acciones, la cotización de la planta subió más 500 por ciento, produjimos muchas carreras para obtener el triunfo, lo que generó una alta rentabilidad para Accival, ya que las acciones de la empresa minera nos eran arrebatadas a más del doble del precio de adquisición. 

Lamentablemente para México, desde esa fecha se empezó a vivir con mayor inflación, o sea, llevamos casi treinta años en que no se ha podido derrotar el cáncer inflacionario que perjudica a todos los habitantes, principalmente a las clases medias y marginadas  que tiene menos oportunidades. Espero que por fin ahora estemos llegando a los años  de crecimiento económico con estabilidad de precios para que nuestro país, que es en su mayoría de jóvenes, pueda aprovechar la bonanza de un mercado interno creciente que permita crear las fuentes de empleo que tanto necesita y logre obtener incremento de salarios reales.


PARÍS LONDRES, LA DIVISIÓN DE HONORES

Accival manejó su primera oferta pública de acciones en 1974, previa a la aparición de la Ley de Mercado de Valores que entró en vigor en enero de 1975. Con los almacenes departamentales llamados París Londres, logramos un gran triunfo, se dio el comienzo de Accival como el principal colocador de empresas entre los años setenta y noventa.

Título que ampara una acción de París Londes. S.A.

Con esta misma empresa, en Accival también aprendimos que no siempre es bueno jugar dos juegos al mismo tiempo y a medidos de los años ochenta adquirimos, con un grupo de inversionistas, acciones de París Londres convirtiéndonos en los accionistas mayoritarios. La administración fue delegada a un grupo independiente de ejecutivos. Descuidamos su manejo, invertimos más de 50 millones de dólares, la convertimos en tienda de moda y, al cabo de un año, eran tantas las pérdidas económicas que la vendimos al único postor disponible; Suburbia. Sufrimos una pérdida económica casi del total de la inversión, los que nos llevó a recordar el dicho de “zapatero a tus zapatos”, perdimos por blanqueada, no pudimos anotar carrera.


AURRERÁ Y LOS JUEGOS CONTRA EQUIPOS PODEROSOS

En 1975 y 1976, competimos para colocar en la bolsa la joya de las empresas en México: Aurrerá. Nuestros rivales eran Banamex y Bancomer. La empresa  decidió que  Accival, junto con las instituciones mencionadas, seríamos los colíderes para la primera colocación que se efectuaría en septiembre de 1976. Sin embargo, el 31 de agosto de ese año se anunció la devaluación del peso. Después de más de veintidós años de estabilidad cambiaria, el valor del dólar pasó de 12.50 a promedio de 20.00 pesos. Los tres colíderes nos reunimos con los representantes de los accionistas y funcionarios de la empresa emisora, Bancomer y Banamex decidieron retirarse, pues consideraron que el momento no era oportuno para hacer la operación. En Accival por el contrario, ofrecimos ir solos en la oferta pública de acciones y aseguramos que tendríamos éxito. Aurrerá aceptó a Accival como líder único de la colocación pública, misma que se efectuó en el mes de noviembre de 1976; así nuestra casa de bolsa se consolidó triunfantemente, ganándose el respeto de los participantes del mercado de valores.


SQUEEZE PLAY, JUGADA SUICIDA

Como una anécdota inolvidable en el piso de remates, en los días previos a la realización de la oferta pública de acciones de Aurrerá, la cual ya estaba listada en bolsa, la empresa solicitó a otra casa de bolsa efectuar el registro de una operación de  300,000 acciones, la cual pretendía reducir  la comisión a cobrar a un nivel en el que prácticamente regalaba su trabajo, no obstante que reducir el arancel en ese entonces estaba prohibido por el reglamento de la bolsa.

En Accival, que teníamos fama de ser operadores hábiles y vigilantes activos y permanentes del mercado, compramos las acciones utilizando fichas de corro. De esta manera, Accival realizó una jugada suicida, el corredor de tercera base se robó el home y anotó la carrera decisiva para ganar otro juego en el momento menos esperado. Esto ocasionó que la casa de bolsa que llevó a cabo el registro, al no tener las acciones, podría haber perdido su licencia para operar en bolsa.

Diciembre de 1974. Brindis de Fin de Año en Acciones y Valores de México.

Recordemos que siempre hay más dinero que acciones, por eso es muy peligroso equivocarse en los títulos que uno ofrece. Accedimos a realizar una junta con la emisora y el resultado fue que Accival cobró la comisión completa por la operación, le perdonó su error a la otra casa de bolsa y, a partir de ese momento, Aurrerá decidió que Accival se convirtiera definitivamente en su banquero de inversión.


Aviso oferta pública de Aurrerá.


RACHA GANADORA 

Aurrerá es una de las empresas que más ha respetado a los accionistas minoritarios. Con ella, hemos ganado muchos partidos en Accival, juntos hemos participado en incontables operaciones, tales como: colocaciones públicas de acciones; establecimiento de fondos de operaciones para el personal y sus ejecutivos; asesorías en sus decisiones importantes respecto a asociaciones estratégicas; recompras de acciones, y establecimiento de política de dividendos, entre otras.

El nombre de Accival ha estado ligado a Aurrerá, Cifra y ahora Walmex, después de su venta a Wal Mart como emisora ha sido ejemplo de profesionalismo entre los participantes en el mercado de valores, lo que ha traducido en gran reconocimiento de los inversionistas mexicanos y extranjeros, que la perciben como la emisora con mejor imagen.


SLUMP, MALA RACHA. ALFA Y VITRO, EXCESO DE APALACAMIENTO Y DIVERSIFICACIÓN 

En los últimos años de la década de los setenta, Accival fue clave para invitar a los grandes grupos de Monterrey a que se convirtieran en empresas cotizadas en la bolsa y, de esa manera, ampliaran su bursatilidad, al colocar más acciones entre el público inversionista. Sin embargo, su historia bursátil no siempre resultó exitosa. Los analistas castigaron el abuso que tuvieron en la contratación de pasivos y en la diversificación de negocios que no representaban ninguna sinergia operativa. Sucedió como en el beisbol: las grandes tragedias suceden con dos outs.

Grupo Industrial Alfa, S.A. que fue la empresa con mayor valor de capitalización en los años entre 1978 y 1980, llegó a un valor cercano a los dos billones de dólares en abril de 1979. Aunque usted no lo crea, entró en marcha una mala racha que duró desde 1982 hasta 1987, tiempo en el que disminuyó su valor a sólo entre 5 y 50 millones de dólares, lo que representó los lugares entre el 23 y el 44 del valor de capitalización de las empresas cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores. Al 30 de septiembre de 2003, su valor ascendió a 1,405 millones de dólares y ocupó el lugar 23 de empresas cotizadas.


Carátula de prospecto de colocación de oferta pública de acciones del Grupo Alfa.

Otro de los ejemplos de mala racha corresponde a Vitro, que también ocupó en 1986 el primer lugar de capitalización con un valor de 525 millones de dólares en el mercado mexicano de valores y al 30 de septiembre de 2003 disminuyó al lugar 55, con un valor de 227 millones de dólares, lo que también parece increíble. 


CAMPEONATOS CONSECUTIVOS: TELMEX

Hablar de Teléfonos de México (Telmex) es referirse al desarrollo del mercado de valores de nuestro país, ya que muchos agentes y casas de bolsa  obteníamos nuestro principal ingreso al negociar acciones y obligaciones de esta emisora. En la historia de una empresa tan importante son lamentables los errores financieros que se cometieron en perjuicio de sus accionistas, especialmente en relación con su socio principal: el gobierno de México. Estas decisiones erróneas de su administración, que terminaron en abril de 1987, consistieron en financiar a la empresa vendiendo acciones a su valor nominal de 100 viejos pesos a los usuarios que solicitaban líneas telefónicas. Telmex era una de las empresas de mayo crecimiento y sin importarle la dilución a sus accionistas, tomaba los aumentos de capital. 

Accival recomendaba con insistencia a la empresa que eliminara su práctica de venta de acciones a nuevos usuarios de líneas telefónicas. Adicionalmente, señaló que la política de pago de dividendos de 12 pesos anuales por acción era adecuada y que el valor contable era superior a 500 pesos por acción cuando estaban vendiendo, cada una, a su valor nominal de 100 pesos. No hubo respuesta por parte de Telmex a nuestra recomendación y, por el contrario, a partir de 1985 se incrementó la emisión de acciones para venta a usuarios. 

El mercado no se equivoca y con la mayor oferta de su historia, el precio de la acción sufrió una caída y llegó a precios menores a 0.10 centavos de dólar durante finales de 1985 y hasta abril de 1987.

Desde 1985 hasta 1988, Accival promovió activamente la compra de acciones de Telmex a inversionistas personas físicas, morales e institucionales y de esta manera, ganamos varios campeonatos consecutivos, pues logramos adquirir cerca del 10 por ciento del capital social de la empresa. Nuestras compras en el mercado obligaron a que la empresa dejara de vender acciones a 100 pesos cada una en abril de 1987, ya que los nuevos usuarios en lugar de tener un costo por cada línea nueva, obtenían una utilidad, pues el precio en la bolsa había subido a niveles de 120, 330, 470, 580 pesos por acción en los siguientes meses, cerrando en 400 pesos el año de 1987, aún después de la caída de los mercados sufrida en octubre y noviembre del mismo año.

A continuación se muestra un cuadro del valor de capitalización de Telmex al final de cada año.


DERROTA EN EXTRAINNINGS Y OBTENCIÓN DEL CAMPEONATO

En 1990 se efectuó la subasta para la privatización de Teléfonos de México. Accival participó, pero perdió el juego en extrainnings y por una sola carrera. 

Durante 1991 y principios de 1992, Accival y su grupo vendieron la mayor parte de su tenencia en Telmex a través del mercado de valores, gracias a la bursatilidad de esa emisora en los mercados internacionales. De esta forma, obtuvimos otro campeonato al lograr la mayor liquidez de nuestra historia. Algunos de los clientes de la casa de bolsa conservan todavía su tenencia en Telmex y también recibieron su spin off de acciones de América Móvil. Las dos empresas en su conjunto tenían un valor de capitalización de poco más de 33,814 millones de dólares al 30 de septiembre de 2003. Indiscutiblemente, Telmex y ahora con AMX han ocupado el primer lugar en valor de capitalización en forma consecutiva dese el año de 1987.


CRISIS SIGNIFICA OPORTUNIDAD

Los años entre 1977 y 1982 se caracterizaron por una desestabilización  de los mercados financieros y bursátiles en la mayor parte de los países desarrollados y, sobre todo, en los llamados mercados emergentes. Sólo por mencionar un ejemplo, en 1981 las inversiones en certificados de depósito en dólares de Estados Unidos de América llegaron a pagar tasas de 21 por ciento anual. En el caso de México, desde 1977 hasta 1979, los ingresos que se obtenían por exportaciones de petróleo, cuyo precio había alcanzado niveles de hasta 40 dólares por barril, dieron pie a que el gobierno se excediera en la contratación de la deuda externa. Los precios del petróleo sufrieron una caída de más del 70 por ciento, lo que ocasionó que los analistas manejaran cifras macroeconómicas realistas, contrarias a las expectativas oficiales, sobre todo en materia de inflación y convertibilidad de nuestro peso.

Título que ampara diez acciones de Telmex.

En 1982, vivimos una de las peores crisis financieras del siglo XX y se cometieron errores lamentables por parte del gobierno que provocaron una devaluación del peso mayor al 500 por ciento. El presidente de México decretó la nacionalización de las instituciones de crédito y el panorama que se vislumbraba apuntaba a vivir en una hiperinflación.


TRIPLE CORONA INVIRTIENDO EN MÉXICO

En 1983, en el nuevo periodo presidencial, nuestro país se encontraba inmerso en una profunda crisis. Por su parte, Accival consideró la situación como una oportunidad positiva y, como siempre, realizamos una promoción activa con nuestro lema: “la mejor inversión está en México”.

La triple corona se ganó en el año de 1983 de la siguiente manera:

La inversión en Cetes obtuvo un rendimiento anual en pesos de 80 por ciento contra 8 por ciento de dólar de Estados Unidos de América.

El fondo de inversiones de Accival alcanzó en ese año un rendimiento de 185 por ciento en pesos, con lo que obtuvo el primer lugar entre los fondos cotizados en la bolsa, diversificados en su inversión en renta variable y renta fija.

El índice de acciones cotizadas en la Bolsa Mexicana de Valores ganó en 1983 el 263 por ciento en pesos correspondiéndole, en términos de dólares, el primer lugar entre todas las Bolsas de Valores del mundo. Así había sido la caída del índice de mediados de 1979 a 1982.

             


RACHA DE BATEO

Los participantes en los mercados son los que fijan los precios de acuerdo con la oferta y la demanda. En México, nuestro mercado emergente corresponde en su mayoría a valores cotizados con reducida operatividad, debido principalmente a la ausencia de inversionistas institucionales importantes. Esta situación permitió que los pocos que nos la jugamos con México entre 1983 y 1985, por su puesto Accival fue uno de ellos, bateáramos porcentajes por arriba de .500, ya que las gangas de acciones correspondían a lanzamientos de rectas por en medio del plato y a baja velocidad y permitieron “batear el ciclo”14  a nuestros peloteros en muchos juegos.

En abril de 1979, el valor de capitalización del mercado mexicano de valores había alcanzado un monto de más de 20,000 millones de dólares.

Para el 31 de diciembre de 1982, las mismas empresas que lo integraban habían sufrido una caída para llegar a un valor de 805 millones de dólares.

De 1983 a 1985, el valor de capitalización de estas emisoras fluctuó en los rangos de 2,000 a 2,950 millones de dólares. En 1984, además el gobierno vendió casi la totalidad de las tenencias de empresas que era propiedad de los bancos expropiados. En estos años se reconstituyeron los accionistas de muchas de las empresas más importantes cotizadas en la bolsa. A continuación presentamos cuadros que ilustran los índices de la Bolsa Mexicana de Valores y el valor de capitalización de empresas bursátiles seleccionadas.

        

Dibujos de Eduardo del Río, Rius, 1999.

Títulos que representan diferentes valores cotizados en Bolsa.

Todos los inversionistas podían participar, y así lo hicieron muchos colaboradores de Acciones y Valores de México y clientes aun con menos de 1,000 dólares de inversión, a través de la compra de acciones de nuestro fondo Accival.

El departamento de análisis bursátil de la casa de bolsa recomendó la compra de casi todas las empresas cotizadas en el mercado y logramos adquirir paquetes importantes de emisoras seleccionadas que representaban porcentajes del capital entre 2 y 30 por ciento, a precios tan reducidos que equivalían a entre 1 y 10 por ciento del valor en libros. La inversión fue prevista a largo plazo y nunca se han presentado oportunidades tan claras de inversión, con excepción de la ya citada Teléfonos de México y muy posteriormente la compra de Certificados de Aportación Patrimonial (CAPS), en los años 1987 a 1989.

A continuación se muestra un cuadro del valor de capitalización de acciones seleccionadas de alta bursatilidad, donde se observa la subvaluación que tenían éstas en diciembre de 1982; se compara con valuaciones a diciembre de 1987, después de haber sufrido caídas de precios importantes en octubre y noviembre del mismo año y por último, su valor al 30 de septiembre de 2003.

Damián Flores, Novena, 2002.

EQUIPO CONSISTENTE: EL CASO CRISOBA

Entre 1983 y 1984, Accival y grupo de inversionistas adquirimos poco más del 40 por ciento del capital social de la papelera Compañía Industrial de San Cristóbal, S.A. de C.V., por aproximadamente 9 millones de dólares. Esto correspondía a menos del 10 por ciento de su valor en libros. Incursionamos como empresarios no involucrados en el manejo corporativo.  

Doce años después, a principios de 1996, cuando estaban en activas las fusiones de empresas globales, obtuvimos otro triunfo gracias a nuestra consistencia demostrada en una inversión a largo plazo cuando se realizó una oferta recíproca de compra de Crisoba y de venta de Kimber donde el valor del 100 por ciento del capital social de las primeras se valuó en 1,358 millones de dólares y los accionistas pudimos obtener acciones de Kimberly Clark de México, S.A. de C.V. que siempre ha sido de las favoritas del público inversionista por su liquidez, rendimiento sobre dividendos y su crecimiento histórico.

1989: Alfredo Harp Helú un manager-jugador

BASES POR BOLAS CON LOS CAPS PARA ANOTAR CARRERAS DE CABALLITO

En los primeros meses  de 1987, el gobierno federal decidió registrar en bolsa y colocar en el público inversionista de Certificados de Aportación Patrimonial, CAPS, de la mayor parte de los bancos que había nacionalizado 1o de septiembre de 1982. Este instrumento de inversión se utilizó para permitir la participación patrimonial en el negocio bancario por parte de inversionistas personas físicas y morales. Esta medida fue tomada como un signo de confianza en el mercad y fue relevante en el desempeño del incremento tan destacado que tuvo el índice bursátil mexicano en los primeros nueve meses de 1987.

En octubre y noviembre del mismo año, la Bolsa Mexicana de Valores junto con las de Estados Unidos y Europa tuvieron una de las peores caídas de su historia y los CAPS sufrieron una baja más que proporcional al resto de los valores cotizados. Los precios que alcanzaron fueron tan castigados que sólo recuerdo valuaciones parecidas desde el último trimestre de 1982 hasta 1984.

No es fácil recordar otro periodo tan prolongado del mercado, de noviembre de 1987 a diciembre de 1990, en el que los tenedores de CAPS desearan rematar y prácticamente regalar sus tenencias de estos valores.

Acciones y Valores de México, una vez más con base en el análisis de las instituciones bancarias promovió activamente la compra de todos los CAPS, sin importar a qué banco correspondían de nuevo bajo el lema “la mejor inversión está en México”. Por ejemplo el 100 por ciento del valor de capitalización de 8 bancos permaneció por debajo de 20 millones de dólares cada uno por más de un año. Como siempre Accival y sus clientes participaron adquiriendo paquetes que representaban entre 6 y 26 por ciento del capital social de algunos bancos,  a valores que correspondían a múltiplos cercanos a una vez precio/utilidad y a 40 por ciento de su valor en libros. (Véanse los siguientes cuadros).

La invitación a inversionistas fue tan abierta que muchas personas físicas sin importar el monto, participaron en nuestros fondos de inversión.

Como es obligación publicar mensualmente las carreras de éstos, se pudo apreciar su desempeño mes a mes y la inversión en CAPS fue la parte más importante de sus portafolios por cerca de tres años. A continuación se muestra un cuadro con los rendimientos obtenidos por los fondos comunes manejados por Accival.

Los paquetes de CAPS que llegamos a representar fueron tan importantes respecto al capital social de cada banco que estuvieron cercanos al 19 por ciento de Banamex, 8 por ciento de Bancomer, 13 por ciento de Serfin, 23 por ciento de Comermex, 10 por ciento de Banorte, 15 por ciento de Confía, 8 por ciento de Cremi, 6 por ciento de Promex, 24 por ciento de Bancen, 26 por ciento de Banoro y 14 por ciento de Banorie. Esto reflejó nuevamente la irracionalidad de los mercados cuando existe una crisis. Para Accival, estas gangas significaron recibir boletos gratis o bases por bolas que nos permitieron anotar muchas carreras de caballito y así obtuvimos nuevamente el triunfo en varias temporadas consecutivas.

En mayo de 1990, el gobierno anunció que desincorporaría el 100 por ciento de su tenencia en la banca que había nacionalizado en septiembre de 1982. Esto permitió a los inversionistas que se la jugaron con Accival obtener altas utilidades al vender sus inversiones en CAPS a precios similares por acción a los que el gobierno obtuvo por las subastas que efectuó para la desincorporación de sus bancos. 

El siguiente cuadro muestra el valor de capitalización de los bancos mexicanos al 31 de diciembre, desde 1987 hasta 1991:


13 En los últimos años la Ley del Impuesto sobre la Renta cambió y ahora sólo se acumulan o deducen los intereses cobrados y pagados que exceden a la inflación, es decir, los intereses reales.

14 En beisbol “batear el ciclo” es conectar en un solo partido hit  sencillo, doble, triple y cuadrangular”